¿Quién se habrá inventado esa idea?... quizá un grupo de floristas se reunieron una noche para idear juntos la estrategia perfecta para vender las flores amarillas que les sobraban… genios diría yo!.

La realidad es que pareciera que todo partiera de la misma idea con la que surgieron los influencers y se fortalecieron las redes sociales… si creas en el otro una necesidad a partir de una inseguridad, entonces vas a vender, si o si.

Hace un par de años empecé a ver videos e historias de mujeres subiendo sus ramos de flores amarillas el 21 de marzo, recuerdo que bajé corriendo a decirle a mi pareja, hey!, hoy es 21 de marzo, ¿y mis flores amarillas?, me volteó a ver dudoso, preguntándose supongo de que estaba hablando… le dije, ahora los 21 de marzo se usa dar flores amarillas a tu pareja…mientras lo decía me escuché y me di cuenta que estaba siendo víctima de la idea, me la compré totalmente… y ahora estaba creando en él una necesidad de darme flores amarillas en una fecha específica para hacerme “sentir amada” what????... y el tema de las flores amarillas no se me hace terrible, de hecho son muy lindas, el verdadero problema lo podría explicar con lo que viví dentro del consultorio el año pasado… muchas pacientes llegaban tristes, desanimadas o nerviosas preguntándose si iban a recibir o no flores amarillas o asegurándose que nadie les iba a dar porque no son lo suficientemente…algo, lo que sea, solo no es suficiente.

Hay mucho que sacarle a este día y a esta “nueva tradición”… o quizá más que tradición, obligación para los hombres y presión para las mujeres… hay mucho que deconstruir, y para esto, creo que sería importante empezar por escuchar realmente el discurso que solamente estamos comiendo sin siquiera masticarlo… y el discurso es, es 21 de marzo, si no recibes flores amarillas o si no las das, no eres suficientemente _____________________ (termina la oración).

Por otro lado, yo les preguntaba a mis pacientes el año pasado, “¿si quieres flores amarillas, porque no te las compras, te pones una tarjetita con una dedicatoria linda, y te las regalas”?... una de ellas me contestó que sonaba un poco looser… si, eso también nos hemos creído, la aprobación, el amor, los detalles y las cursilerías las tenemos que recibir del otro, sino que looser…

Después de todo este rollo mental que decidí escribir, el punto al que quiero llegar es el siguiente… Freud decía que nacemos libres y luego nos volvemos SUJETOS de la cultura, nos amarra literalmente la cultura.. yo diría que actualmente nacemos libres, luego nos sujetamos de la sociedad, y por último nos esclavizamos de los discursos sociales que se tejen en las redes sociales y vamos cargando y llevando esa idea a todos los demás. Pienso que si podemos empezar a usar a las redes sociales para evitar que nos usen, contando historias distintas, como que nosotros podemos darnos todo aquello que anhelamos recibir del otro, que cualquiera es un buen día para regalarme una flor, del color que se me antoje y me guste, solo si me gustan las flores… que el verdadero éxito social quizá sería estar en paz con nosotros mismos, que aceptarnos radicalmente no es cambiar todo lo que no nos gusta, sino abrazarnos por completo, que no hay mayor soledad que estar solo de ti, ni mejor compañía que sentirte acompañado por ti… que puedo disfrutar y amar a mi cuerpo tal cual es, y que si necesito un abrazo, un apapacho, una palabra de aliento, sería lindo primero buscarla en mi… quizá las cosas cambiarían, quizá mi consultorio no estaría lleno de mujeres y niñas tratando de descifrar como mejorar la relación con su cuerpo, con la comida y consigo mismas, sino de mujeres tratando de enamorarse más de si mismas… quizá necesitaríamos más de nosotros y menos del otro, y quizá nos vincularíamos por el puro gusto de estar juntos, sin expectativas, sin necesidades…